viernes, 2 de noviembre de 2001

ARJONA, EL DELIRIO EN MEDELLÍN

El público llenó la Macarena y se gozó cada una de sus canciones.
Arjona puso a recordar. Cantó temas desde su primer disco, de 1992.
Buen sonido, escenografía y luces acompañaron el concierto.

"Uno no está en el cuerpo sino donde más lo extrañan", dice Arjona y realmente en Medellín su ausencia de siete años le hizo recordar que "realmente no está tan solo".

La noche no era perfecta, una lluvia acompañó un inicio que no fue el mejor, cuando las MP3 abrieron el concierto y obtuvieron más silbatinas que aplausos. Sin embargo, antes de las 9:00 p.m., una tela negra que cubría el escenario cayó y se abrió el Bar de la Conquista, una bella escenografía que recreaba un bar con su barra, sofá, mesas, luces y un grupo de músicos que empezaron con un blues que invitaba a una cerveza.

La Macarena era un solo estruendo, la gritería, la lluvia, balcón, preferencia y arena repleta, las niñas con sus descaderados y, afuera, más de uno subido en los calados sobre las puertas para ver alguna cosa.

Rompió la noche con Si yo fuera diputado. Y desde entonces comenzó un coro de todas sus canciones, que sólo se interrumpía al final de cada estrofa, con un grito de emoción de todos los que colmaron el cozo taurino.

Arjona, con su chaqueta de cuero negra, una camisa y un jean del mismo color, reía. La energía de la banda y la entrega del público la supo recompensar con un chapuzón a la nostalgia de sus primeras canciones.

Vinieron, entonces, Historias de taxis, con un sonido salsero muy adecuado para el bar en el que se presentaba; Primera vez, la locura en el público; Quién diría, en un coro donde él sólo era el conductor; Así así y Animal Nocturno, idem reacción.

En las tribunas se veían lágrimas, rostros transformados entre emoción y paroxismo, gente con sus cámaras para no olvidar el momento y otros más con grabadoras de periodista para dejar en cinta el momento. La lluvia cesó.

"Doy las gracias por tener la suerte de volver a un lugar tan fantástico como éste -Medellín-. Fantástico por el clima, la lluvia, las ausencias, el semáforo en rojo que me detuvo cuando venía para acá", dijo en un corto saludo y luego contar la historia de su próxima canción, la cual nació cuando de niño lo mandaban a comprar medicinas a la farmacia. Él creía que allí estaba la cura de todos los males, hasta que encontró una enfermedad con pelo largo y ojos hermosos, a la cual le compuso Receta, con el cual volvió a poner los ánimos arriba.

No faltó Amor de la tele, Por ti, Se nos muere el amor, Si el norte fuera el sur, Sin daños a terceros, Señora de las cuatro décadas y hasta un tema que ya había sacado de su repertorio porque todos lo identificaban con él, pero que se la regaló de nuevo a Medellín, Jesús verbo no sustantivo. Igualmente hubo espacio para sus nuevos éxitos, como Te enamoraste de ti.

Fue un concierto completo. El público se entregó con todo, Arjona sacó lo mejor de su repertorio, trajo una banda de ocho músicos con la que se ve la madurez en el trabajo y un espectáculo en el que cada canción era un ambiente, gracias a las luces, las bailarinas, las coreografías y todo el ambiente que se vivió en este bar en el que nadie se tomó ni un trago, pero que dejó al público ebrio en medio de tantos recuerdos tan bien revividos.

Opinión General

¡Qué conciertazo!

"Noo, sin palabras, Arjona, papito, todo excelente y él, véalo, noo, es que qué papacito".

Maritza Pérez, estudiante.

"Es lo mejor que ha venido a Medellín en todo el año, qué espectáculo tan bien montado. Las canciones son hermosas, él se ve divino".

Jennifer Muñoz, universitaria.

"Ya estoy ronca de cantármelas todas. Me encanta él su música y el concierto, sin palabras".

Luisa Caro, universitaria.

Un concierto impecable el de Ricardo Arjona en Medellín, luego de siete años de ausencia, el público cantó cada una de sus canciones. Diego González

Juan Carlos Mazo
Fuente: COLOMBIA, El Colombiano.

No hay comentarios: