viernes, 16 de mayo de 1997

UN GUATEMALTECO AL NORTE DEL SUR

Alto, sencillo y tajante en sus respuestas. Así es el cantautor de origen centroamericano, quien llegó al país procedente de Argentina para ofrecer dos conciertos en el Teatro Teresa Carreño. Fueron innumerables las preguntas sobre política, derechos humanos y objeción de conciencia, pero Arjona considera que sus letras no van a revolucionar al mundo y la palabra poeta le parece demasiado pesada para su larga estatura

Este encuentro fue pospuesto en varias oportunidades. Primero era el martes en la tarde, luego el miércoles pasada la hora de almuerzo y finalmente fue en horas de la mañana de ayer. ``Yo me cortaría las venas por él'' dijo una de las tantas muchachas presentes, antes de comenzar la rueda de prensa. Y es que nadie se puede imaginar la gran cantidad de ``fans enamoradas'' que colmaron el lugar, una vez abiertas las puertas de la Sala C del Gran Salón del Hotel Caracas Hilton.

Arjona llegó acompañado por un guardaespaldas, tan inmenso como él. Mide casi dos metros, vestía un blue jeans con camisa negra y lucía sus acostumbrados cabellos húmedos aunque un poco más largos que de costumbre. ``Existe un puente gracias a los medios, pues al saludarlos a ustedes también estoy saludando al pueblo venezolano''. Esas fueron las primeras palabras de Ricardo Arjona para los diferentes medios de comunicación presentes en el encuentro.

Su proceso de aceptación en Venezuela fue difícil, pero la cantidad de admiradores que ha germinado en estas tierras y dos funciones ``agotadas'' en el Teatro Teresa Carreño, confirman un antiguo proverbio: ``el que persevera triunfa''.

``Las cosas se dan con el tiempo. Se menciona la palabra conquista y eso es un complejo españolesco extraño. No estamos para forzar a nadie. Sólo hago canciones y si mis álbumes se venden o no, eso es asunto de mi disquera'', acotó. Aunque su imagen de ``cantante pop'' quizá no cuadra con el sarcasmo y el humor que maneja en temas como ``Si el norte fuera el sur''. ``Traté de burlarme un poco de los estadounidenses pues ellos también lo han hecho de nosotros cuando en sus películas presentan a Latinoamérica como un pueblo de polvo y piedras''.

Si bien sus composiciones tocan temas políticos, sociales, amorosos, ecológicos y afloran en sus letras todo lo que rodea al hombre, este cantautor no se identifica como un poeta. ``Esa palabra me da miedo porque me gusta ir liviano por la vida y ese tipo de calificativos te hacen más pesado y te comprometen''.

Muchos de los presentes abordaron temas como la objeción de conciencia y los derechos humanos, porque ven en el cantautor a un revolucionario, sin embargo él no cree tener la ``poción mágica'' para transformar el mundo. ``Uno no puede pretender cambiar el mundo gracias a las canciones, eso sería una locura, y tendría que creer mucho en una organización para colaborar con ella, pues en algunas ocasiones éstas te pueden llegar a manipular''.

-¨Porqué crees que el público insiste en verte como un cantante de protesta al igual que a Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat?

-No sé, porque estoy seguro que esa tampoco era la intención de Joaquín y de Joan Manuel. No tengo porque venir a una rueda de prensa a hablar de política ¨acaso han visto cantar en el Teresa Carreño a un político?... Tal vez en Ecuador sí, ja, ja...

KARINA PADILLA
LEYENDA:
El mercado venezolano fue difícil para este cantante, pero como ``las cosas se dan con el tiempo'', él supo esperar y logró gran aceptación
Fuente: VENEZUELA, El Nacional

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