miércoles, 4 de marzo de 2009

La estrella con curvas

Este año, la guitarra eléctrica llega a sus 70 años de vida. El invento del músico Lester William Polfus ha sido primordial y vital en el desarrollo de la música popular.

Es la indiscutible estrella de la música. Se vea por donde se vea, la guitarra es el instrumento más popular del globo, sobre la cual desde trovadores medievales hasta divas del pop actual como la afronorteamericana Corinne Bailey Rae en EE.UU., o nuestro Ricardo Arjona, han reposado su canto. Pero el instrumento en su forma eléctrica cobró dimensiones inusitadas y una vida inesperada desde el día que vivió su punto de invención en 1939, cuando Lester William Polfus, alias “Les Paul”, comenzó a trabajar un proyecto de guitarra eléctrica. Es decir, este año, el instrumento modificado arriba a sus setenta años de vida. Una efeméride que se merece una celebración por todo lo alto. Y razones sobran.

Antes y después
La necesidad de amplificarle el sonido a la guitarra se impuso al inicio, cuando compartía con las orquestas de jazz. La guitarra acústica no podía competir con las entonces fornidas secciones de metales. Fue así como se idea la forma de fabricarle algo que le amplifique su sonido. Y uno de los primeros en darles un lugar protagónico con esa característica fue Charlie Christian, quien tocó por varios años con la orquesta de Benny Goodman. Con Christian hubo un antes y un después de la guitarra. Sobre todo por esos especiales y vertiginosos riffs, que dibujaba junto con nuevas líneas melódicas que de alguna manera influyeron consciente o inconscientemente entre los guitarristas que habrían de surgir en el futuro.

Recuérdese que antes de Christian, la guitarra era un instrumento rítmico y de acompañamiento armónico. Además, en el aspecto melódico sustituyó el metálico staccato en el modo en que tocaban casi todos, por el legato, líneas ligadas que expedían algo de brillo.

Vista como fea
La presencia de Christian, más las ideas industriales de Les Paul, en las que hubo una época de exageración de diferentes sonidos manipulados electrónicamente, hicieron que al inicio sufriera menosprecio. De hecho, el prototipo de hace setenta años fue calificado de “abominable” e inicialmente rechazado por la prestigiosa firma Gibson, la que después sería su principal fabricante. Christian tocó de hecho una Gibson ES-150 (modelo que acabaría bautizado con su nombre).

Por cierto, fue en 1949, es decir diez años después de Les Paul, cuando la Gibson presentó ya en forma una guitarra maciza con dos micrófonos y un sencillísimo diseño. Leo Fender es quien descubre una dimensión enteramente nueva del instrumento, al tiempo que abre con su producción la era de la guitarra. Una de las claves a todo esto fue una revisión del concepto de la caja de resonancia, ya que todo el cuerpo de la guitarra eléctrica es un bloque de madera sólida.

El rock, el jazz, el blues
Cierto o no, con la guitarra eléctrica y su revolucionaria forma se han escrito páginas completas de la historia de la música, en particular por parte del rock, seguido del jazz y por último del pop, que en esta última salvo en raras excepciones (Prince, un ejemplo) constituye un ornamento, es decir, un adorno para obtener un respiro joven. Pero en las otras categorías no. La guitarra eléctrica ha sido infinitamente rica, dúctil y vigorosa en el caso del rock que ha producido decisivas figuras como Jimi Hendrix, Joe Satriani, Jimmy Page, Angus Young, Dimebag Darrell Abbot, Yngwie Malmsteen, Eddie van Halen, Carlos Santana y el vertiginoso Michael Angelo Batio. En el área del jazz, Wes Montgomery, George Benson, Scott Henderson, John McLaughlin, Frank Gambale, Larry Carlton, y Luis Salinas, por mencionar algunos. Eso sin contar géneros como el blues, con realezas como B.B.King o la sensacional Debbie Davies.

¿Cuál es el futuro de la guitarra eléctrica? No se puede asegurar. Lo que sí se puede decir es que la escasez y el costo de las maderas de calidad serán más elevados, puede que se empiece a utilizar materiales sintéticos o mixtos. Y en cuanto a lo electrónico, se asoma esa idea que la sofisticación alcanzada hasta ahora afecte más directamente a la guitarra eléctrica clásica. En cuanto a captación de sonido, se cuestiona ya de por sí, si la pastilla magnética sea en realidad la única forma de hacerlo. Pero al final de cuentas puede que ninguno de estos dos aspectos suponga cambios profundos para esa asombrosa y gran reina mundial de la música: la guitarra eléctrica.

elPeriódico (Guatemala) - Guatemala

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