sábado, 27 de mayo de 2000

ARJONA Y SU NUEVA POESÍA

Nos presenta un viaje musical que pasa por la guaracha, bachata, salsa y merengue

Arjona se fue al caribe, le quitó la ropa a sus canciones, y las vistió de tambores, de fiesta, de sincopa y de melancolía. Nos lleva de regreso al descubrimiento, a la conquista, y nos trae de vuelta hasta nuestros días en un viaje musical que pasa por la guaracha, la bachata, la salsa, el merengue, la música de cafetín y la fusión de éstas con instrumentos de hoy. Nos sorprende con arreglos que invitan a bailar, pensar y divertirse, nos desviste la misma canción con el sonido del piano, la guitarra acústica, el violín o el sax. sus letras son acertadas, simples, como simple es la vida, pero nos dicen todo del amor y sus contrastes. De la historia y sus injusticias. de la calle, de la mujer, enmarcadas en una poesía sencilla que duele y emociona, que pinta, que señala, que sabe reír o llorar, que reclama, que descubre.

Hace mancuerna con Cuco Peña, ganador del Grammy y músico por excelencia, y realizan juntos más de ocho canciones para este proyecto, donde también se destacan figuras como Sergio George, el grupo Guaco, la trompeta universal de Arturo Sandoval o los tambores de Giovanny Hidalgo.

Sin lugar a dudas, el disco más musical de todos los logrados por el cantautor. Al preguntarle, él dice que lo que tenía que decir al respecto está dicho en el disco. Pero agrega: “Podría decir que este disco es producto de un largo proceso de investigación. Que lo ha sido. Pero suena demasiado serio. Uno se imagina bibliotecas, laboratorios y mesas redondas. Que las hubo. Pero muy distintas a las que cualquier mortal podría imaginarse. en la música del caribe, las bibliotecas reposan en el cerebro y corazón de cientos de músicos del área. Sus laboratorios son conciertos, fiestas, bares y cafetines donde se desarrollan a plenitud. Las mesas redondas están llenas de ruido, de ron, tabaco, y anécdotas singulares. Viví enamorado de la cultura y la música del caribe desde mi infancia. El taino, el negro y el español, cada uno por su lado tienen lo suyo, pero fue aquí donde se mezclaron en una atmósfera histórica, gris con pinceladas de opresión y esclavitud, de conquista y colonización, de nuevos dioses, de nuevas formas. Lograr con canciones capturar algo de la energía de esta música que hace volar, pensar y divertirse es imposible, pero en este intento que quisiera no terminara nunca, dejé pedazos míos que se me quedaron a fuerza del encanto que les provoca esta tierra”

Fuente: MÉXICO, El Universal.

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