martes, 16 de junio de 1998

PUERTO RICO ES UN CARGÓN DE PILAS

Juglar de estos tiempos, Ricardo Arjona estrena disco, mientras repasa la actualidad latinoamericana durante una breve estancia de carácter promocional en Miami. Desde un fresco balcón con vista al mar, el cantautor guatemalteco suelta las riendas para confesar muchos deseos y realidades.

El Nuevo Día - Acaba de salir "Sin Daños A Terceros", que es tu nueva producción discográfica. ¿Se cumplieron tus expectativas en la forma de concebirlo?

Ricardo Arjona - Nos tardamos 6 meses en hacerlo, entre lo que es la preproducción y la producción, y 2 años escribiendo y recopilando temas que habían quedado en las gavetitas. Un disco que, a diferencia de los otros, fue mucho menos complicado de elaborar, porque hice este trabajo con los músicos que me acompañan en las giras, que no tienen un gran nombre, pero son gentes muy talentosas y que le ponen mucho corazón, que es un ingrediente importantísimo. Fue muy interesante y bastante divertido.

ND - ¿En el disco has hecho énfasis en alguna temática específica?

RA - No, nunca me voy a las temáticas establecidas, me dejo llevar más por lo que se antoja, ¿no?

ND - ¿Te consideras un loco?

RA - Yo creo que es la manera más cuerda de atravesar por este camino lo menos complicado posible.

ND - ¿Trabajas mucho, o eres devoto de Nuestra Señora del Descanso?

RA - No sé, pero a lo que la gente llama trabajo - meterme en un estudio, inventar melodías, tocar la guitarra - , en mi caso suele ser una diversión.

ND - ¿Qué tipos de historias prefieres contar?

RA - Cuando hay una historia, hay una canción. Si yo supiera cuáles historias más me gusta contar, acudiría a ellas todos los días.

ND - Como hombre interesado en la realidad y el futuro de la sociedad, ¿cuál es tu visión de América Latina hoy día?

RA - El escritor venezolano Carlos Rangel dijo algo importante en su libro Del Buen Salvaje Al Buen Revolucionario, que se me hace el libro de texto de la historia de América Latina. El dijo que poco se le podía pedir a unos países que habían sido fruto de españoles mediocres con indias violadas. Cuando nace así una sociedad, es bastante complicado que tú le pidas dignidad a determinados elementos, que le pidas estar ajenos a la corrupción. Lo único que nos queda, en la medida de lo posible, individualmente, es buscar la manera de ser mejores. A pesar de que he hablado mal de los políticos durante mucho tiempo, creo que algunos han sido bien intencionados, pero han sido pocos. Es un problema histórico.

ND - ¿Tienes algunos ejemplos específicos?

RA - El Tratado de la Paz que se está firmando en Guatemala; suena bastante bonito, pero creo que los mejores tratados que existen van a a hacer que la gente que protesta les callen la boca, pero no a balazos, sino con servicio. Yo vengo de un país donde la gente arriesgó su vida porque sus hijos tuvieran escuelas, por tener algo qué comer, por tener un hospital donde atenderse. Si la gente tiene todo eso, no va a ser tan loca de tomar una ametralladora e irse a pelear a la montaña. Esos servicios básicos son los que realmente van a justificar la paz futura en Latinoamérica.

ND - En determinadas ocasiones, ciertos sectores de la política y la prensa, te han tildado de comunista. ¿Qué hay de cierto en ésto?

RA - Mira, a estas alturas se pinta de rojo a cualquiera. Yo creo que algunos fanáticos y Fidel Castro son los únicos que no se han dado cuenta de que el comunismo ya se acabó, que la perestroika vino a ser un parteaguas entre muchas cosas, que por una parte estuvo bien; pero por la otra, le quitaron un poquito la sal y la pimienta a este mundo, porque para que haya un equipo de fútbol se necesitan dos; para que haya una buena película, se necesitan buenos y malos. Ahora hay sólo uno, entonces la historia perdió su chiste. No queda más remedio que encerrarse en la casa, asegurar que el refrigerador esté lleno y los demás que se jod... Antes eran buenos los que ayudaban a la gente, hoy son buenos los que no jod... a nadie.

ND - ¿Cuándo vas por Puerto Rico y qué piensas del público boricua?

RA - Voy en octubre. Puerto Rico es como un vino extraordinario y delicioso. La gente insiste en que tengo que ir y hacer un lugar grandote. Y para mí, Bellas Artes, por ejemplo, es uno de los grandes placeres de mi carrera. En lugar de un concierto grandote, prefiero hacer 10 como hice la vez pasada. Para mí Puerto Rico es un cargón de pilas cada vez que voy, y me encanta. Y me gusta hacerlo en Bellas Artes, un lugar pequeño que puedo convertir en la sala de una casa grande.

ND - Supongamos que hoy te nombraran presidente de Guatemala, ¿cuál sería tu primera reacción?

RA - He sido muchas cosas que la gente no cree. Cuando tienes delante una hoja de papel en blanco, puedes jugar a cualquier cosa. Las veces que he jugado a ser presidente, que han sido muchas, casi siempre se le ha quebrado la punta al lápiz de lo nervioso que me pongo, de lo mal y lo gris que veo la situación. Se necesitaría ser un tipo casi milagroso; lo primero que haría sería arrancar de cuajo a los que tienen que ver con las cuestiones gubernamentales.

ND - Imagínate por un momento en el podio de la ONU. ¿Qué harías?

RA - Yo no niego que las Naciones Unidas tengas buenas intenciones, pero a mí me encantaría que tuvieran buenas soluciones.

ND - Los hombres soñadores siempre guardan secretos. ¿Tú también?

RA - Es que si los cuento, se me van a salar. Yo soy bastante supersticioso en ese sentido. Tengo algunos, pero prefiero no contarlos.

Fuente: PUERTO RICO, El Nuevo Día