Aunque a juicio del mundo Ricardo Arjona posee el potencial necesario para ganar el voto del pueblo guatemalteco en una elección general, el famosísimo vocalista del discompacto "Sin Daños A Terceros" jura y perjura a Teve Guía que no tiene ningún tipo de interés en la rama política, sino en la del arte musical. Y es que, según comenta a este reportero con la seriedad que tanto lo caracteriza, "la política gira en torno a la mentira".
"Y ello, a pesar que soy un embustero..." afirma en son de broma el reconocido exponente musical, que luce un nuevo corte de pelo que lo hace ver mucho mas joven y atractivo a la vista de la fanaticada femenina.
Realmente, ¿te gusta que la gente te catalogue como un símbolo sexual?, resulta interesante cuestionar al cantor de "Te Guste o No", "Mentiroso" y "Olvidarte", al mismo tiempo en que posa para el lente de la fotoperiodista Maritza Trinidad.
"Sinceramente, no... Bueno, y no es para menos, pues en la medida en la que la gente se fija en lo que ve superficialmente, inmediatamente presta muy poca atención a lo que escucha. ¡Esto me da bastante risa!", exclama a Teve Guía Ricardo Arjona, quien insiste en que está felizmente casado con
una mujer puertorriqueña.
Precisamente, y a pesar de que no quiere revelar el nombre de ella, este reportero sabe que responde al nombre de Leslie Torres, hermana del también exponente musical Michelangelo, y que, además, es el orgulloso padre de Ricardo y Adria. Sin embargo, y contrario a todo lo anterior, lo más curioso del caso es que el artista no usa el aro matrimonial. "La mejor manera de estar casado, es estar sumamente enamorado", revela el extrovertido baladista, quien sin duda alguna vive fascinado con la Isla del Encanto.
"Afortunadamente soy el dueño de mi realidad... ¡Sé lo que voy a hacer en este planeta! Ciertamente, soy el carpintero de mi futuro", agrega de inmediato el protagonista de "Desnuda", "Loco" y "Dime Que No", a la vez que insiste en que le teme muchísimo al miedo.
No obstante, Ricardo Arjona puntualiza que esta forma de pensar se la debe a la escuela de la vida. "Aunque para muchísima gente el asunto del Nuevo Milenio es más que trascendental, para mi no lo es. ¡Creo que el 2000 va a ser otro año como cualquier otro! Lo único es que voy a estar un
poquito mas viejo", exterioriza a Teve Guía el polifacético bolerista guatemalteco, quien pertenece al grupo de artistas de la productora Maritza Casiano.
¿Que piensas de la mujer?, pregunta este redactor mirándolo fijamente.
"Simplemente, que es el ser mas sorprendente que existe sobre la Tierra...", murmura el entrevistado de Teve Guía.
No obstante, y hablando ya de la carrera musical, Ricardo Arjona considera que no es un Dios, sino un trabajador incansable. "Me gusta laborar el triple... y me sorprende con tanto apoyo en Puerto Rico. ¡El pueblo se identifica con mi trabajo!", señala el inquieto músico, quien disfruta a cabalidad cada melodía que escribe y, por supuesto, también la que interpreta. "Lamentablemente, no hay sitio ni fórmula mágica para lograr el proceso creativo... ¡Estoy condenado a portarme bien!, indica Ricardo Arjona.
Por: Omar Matos
Fuente: Revista Teve Guía
sábado, 31 de octubre de 1998
jueves, 29 de octubre de 1998
ARJONA: "NO TRANSO CON MI AUTENTICIDAD"
Cantautor actúa hoy, mañana y pasado en el Monumental
"Con lo de los profesores y lo que está pasando en Londres, pensé que iban a haber sólo dos periodistas acá", fue lo primero que dijo ayer Arjona en una concurrida conferencia de prensa. El artista, que está en Chile para actuar hoy, mañana y pasado en el Monumental, llega a presentar su cuarto y más reciente álbum, Sin Daños a Terceros.
El guatemalteco aseguró que "no transo con mi autenticidad", a pesar de no haber incluido en este disco ninguna canción con algo de contenido social, como en producciones anteriores. "Yo no estoy dedicado a la protesta -dijo Arjona-, soy un tipo que habla sobre lo que lo rodea y que es víctima de su entorno".
Y respecto de lo que ha cambiado en él desde sus primeros álbumes, dijo que no sigue pensando "que uno pueda conocer una mujer desde el pelo hasta la punta de los pies, pues he llegado a la conclusión de que si me cuesta mucho trabajo conocerme a mí mismo, mucho más difícil será conocer a una mujer". Pero que sigue sosteniendo que Jesús es Verbo, no Sustantivo, porque al ver "todas esas sucursales de la fe que se han abierto alrededor de un asunto abstracto, como puede ser la idiosincrasia de un ser superior, sigo pensando que es mejor actuar que hablar".
Fuente: CHILE, La Tercera
"Con lo de los profesores y lo que está pasando en Londres, pensé que iban a haber sólo dos periodistas acá", fue lo primero que dijo ayer Arjona en una concurrida conferencia de prensa. El artista, que está en Chile para actuar hoy, mañana y pasado en el Monumental, llega a presentar su cuarto y más reciente álbum, Sin Daños a Terceros.
El guatemalteco aseguró que "no transo con mi autenticidad", a pesar de no haber incluido en este disco ninguna canción con algo de contenido social, como en producciones anteriores. "Yo no estoy dedicado a la protesta -dijo Arjona-, soy un tipo que habla sobre lo que lo rodea y que es víctima de su entorno".
Y respecto de lo que ha cambiado en él desde sus primeros álbumes, dijo que no sigue pensando "que uno pueda conocer una mujer desde el pelo hasta la punta de los pies, pues he llegado a la conclusión de que si me cuesta mucho trabajo conocerme a mí mismo, mucho más difícil será conocer a una mujer". Pero que sigue sosteniendo que Jesús es Verbo, no Sustantivo, porque al ver "todas esas sucursales de la fe que se han abierto alrededor de un asunto abstracto, como puede ser la idiosincrasia de un ser superior, sigo pensando que es mejor actuar que hablar".
Fuente: CHILE, La Tercera
viernes, 23 de octubre de 1998
ARJONA EN MULTITUDINARIO CONCIERTO
El cantautor establece nuevo récord de ventas en Puerto Rico
AP
San Juan. Luego de ofrecer 14 conciertos a sala llena en el Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré, el escenario más prestigioso de San Juan, Puerto Rico, el cantautor guatemalteco Ricardo Arjona presentó un concierto popular en el coliseo "Roberto Clemente" al que acudieron miles de personas.
Los admiradores del intérprete de Dime que no, en su mayoría muchachas adolescentes, bailaron y cantaron todos y cada uno de sus éxitos.
Participaron, además, el salsero puertorriqueño Domingo Quiñones y el baladista Michael Ángelo, que entonó Amor en la tele compuesta por Arjona.
Con una escenografía que imitaba un apartamento, Arjona convirtió el coliseo en un espacio un poco más íntimo. Antes de la entrada del artista se proyectó un vídeo de su vida desde niño hasta su edad adulta que culminó con su entrada triunfal para interpretar Ella y él. Acto seguido cantó El noticiario, Quién diría y Se nos muere el amor, entre otros.
"Que Dios bendiga este lugar, donde no existe huracán alguno que les quite las ganas de cantar", dijo al recibir una gran ovación y a continuación interpretó Realmente no estoy tan solo.
Uno de los momentos más emocionantes fue cuando el cantante recibió del público una bandera de Puerto Rico y este la abrazó y luego la colocó en el piano, lo que provocó gritos y vítores.
"Nosotros creíamos que teníamos que venir a entretenerlos y son ustedes los que nos entretienen a nosotros", dijo el intérprete, quien después siguió deleitando al público con Si el norte fuera el sur. Siguieron a este, Señora de las cuatro décadas, Sin daños a terceros, Don David y El taxista, tras la cual hizo su entrada "al apartamento" Domingo Quiñones, quien improvisó un pasaje de una canción con el nombre del artista guatemalteco.
Un tanto emocionado y sorprendido, Arjona dedicó al salsero boricua y a la audiencia Jesús verbo no sustantivo, tema al que le hizo un leve cambio al cantar "he venido a cantarles a los puertorriqueños".
Fuente: COSTA RICA, La Nación Digital, Revista Viva
AP
San Juan. Luego de ofrecer 14 conciertos a sala llena en el Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré, el escenario más prestigioso de San Juan, Puerto Rico, el cantautor guatemalteco Ricardo Arjona presentó un concierto popular en el coliseo "Roberto Clemente" al que acudieron miles de personas.
Los admiradores del intérprete de Dime que no, en su mayoría muchachas adolescentes, bailaron y cantaron todos y cada uno de sus éxitos.
Participaron, además, el salsero puertorriqueño Domingo Quiñones y el baladista Michael Ángelo, que entonó Amor en la tele compuesta por Arjona.
Con una escenografía que imitaba un apartamento, Arjona convirtió el coliseo en un espacio un poco más íntimo. Antes de la entrada del artista se proyectó un vídeo de su vida desde niño hasta su edad adulta que culminó con su entrada triunfal para interpretar Ella y él. Acto seguido cantó El noticiario, Quién diría y Se nos muere el amor, entre otros.
"Que Dios bendiga este lugar, donde no existe huracán alguno que les quite las ganas de cantar", dijo al recibir una gran ovación y a continuación interpretó Realmente no estoy tan solo.
Uno de los momentos más emocionantes fue cuando el cantante recibió del público una bandera de Puerto Rico y este la abrazó y luego la colocó en el piano, lo que provocó gritos y vítores.
"Nosotros creíamos que teníamos que venir a entretenerlos y son ustedes los que nos entretienen a nosotros", dijo el intérprete, quien después siguió deleitando al público con Si el norte fuera el sur. Siguieron a este, Señora de las cuatro décadas, Sin daños a terceros, Don David y El taxista, tras la cual hizo su entrada "al apartamento" Domingo Quiñones, quien improvisó un pasaje de una canción con el nombre del artista guatemalteco.
Un tanto emocionado y sorprendido, Arjona dedicó al salsero boricua y a la audiencia Jesús verbo no sustantivo, tema al que le hizo un leve cambio al cantar "he venido a cantarles a los puertorriqueños".
Fuente: COSTA RICA, La Nación Digital, Revista Viva
viernes, 16 de octubre de 1998
ESPEJO DE REALIDADES
Se ha dicho que Ricardo Arjona es el cantautor del milenio y si le pregunta a los cuatro mil jóvenes que anteanoche desfilaron por la Sala de Festivales del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré, ellos le contestarán que sí lo es porque es el único que ha podido sintetizar en un solo discurso las propuestas de Serrat, Blades, Cortéz, Milanés, el boricua Glenn Monroig y la suya propia.
Desde una tierna balada, un rock electrizante, una trova suramericana o un poo tropical, Arjona es un juglar de la cotidianeidad urbana latinoamericana. Un poeta de la juventud que le compone y canta al amor, a las injusticias sociales y a los conflictos humanos partiendo, muchas veces de sus propias experiencias y manejando la ironía, el erotismo, el sarcasmo, el humor negro y la ternura con una inspiración sutil e incomparable.
Escuchar a Ricardo Arjona es como pararse frente a un espejo, donde cada cual descubre su realidad. Su música es visual. En sus canciones palpitan los dramas de la vida. Son comparables con una película de la que todos somos protagonistas, extras y cómplices. ¿Quién no ha apretado el botón del pánico al presentir que Se nos muere el amor? ¿Cuántas parejas perseveran, a pesar de sus incompatibilidades, como Ella y él? ¿Quién no ha sentido, al menos por un segundo, que vive en una Casa de locos? ¿Qué adolescente no ha encontrado cómo darle las Buenas noches a Don David o qué jovencita, angustiada por la noticia de un embarazo no deseado, ha decidido iluminar al mundo Con una estrella en su vientre?
Historias, como la farsa de la Señora de las cuatro décadas, que interpretó sin la intención de hacerle daños a terceros. Dramas llevados al pentagrama que el miércoles le merecieron el aplauso unánime de una concurrencia que hizo suya cada interpretación, cantando, palabra por palabra y frase por frase, con admirable sentimiento.
El miércoles, pues, Ricardo Arjona fue amo y señor de Bellas Artes, recinto donde el cantautor y guitarrista guatemalteco presentó un espectáculo diferente al que en agosto del año pasado escenificó en el Coliseo Roberto Clemente. Una producción extraordinaria -coordinada por la promotora puertorriqueña Maritza Casiano- que en diciembre debe encabezar la lista de los mejores espectáculos del año. Un show de una logística y un montaje ingenioso al cual el propio Arjona aportó el libreto.
La puesta en escena es digna de un gran aplauso. Como un tablero de ajedrez, cada pieza o elemento, como el fonógrafo y la aspiradora, ejerció una función específica en la producción. La escenografía (confeccionada por Félix Vega) simuló el interior de una residencia común y corriente, con su ama de casa, interpretada por la corista Elizabeth Meza. La sala, cocina, alcoba, el baño y la terraza fueron los espacios desde los cuales tocaron los músicos. La enorme pantalla colocada al centro del escenario simuló la tele que acompañó la soledad de la mujer. Recurso idóneo para recrear mediante un montaje de fotos la vida de Ricardo Arjona y muy útil para complementar con vídeos las historias del cantautor.
Ambientando a la perfección la escenografía de Félix Vega, Jorge Garrido fue artífice de un diseño de luces estupendo. El sonido, dolor de cabeza de muchos productores, fue agradable. En la dirección musical Víctor Patrón aportó acompañamientos exquisitos, aunque pudo ensayar un cuarteto de cuerdas local para recrear en el concierto la indumentaria acústica de los nuevos temas de Arjona, quien se acompañó a la guitarra en piezas como la hermosa balada romántica Olvidarte.
Fue un espectáculo inolvidable. Los conciertos de Arjona continúan hoy a las 8 p.m. y mañana, con dos funciones a las 7:30 p.m. y 10:30 p.m. El domingo se presentará en el Coliseo Roberto Clemente a precios populares.
Por: Jaime Torres Torres
Fuente: PUERTO RICO, El Nuevo Día
Desde una tierna balada, un rock electrizante, una trova suramericana o un poo tropical, Arjona es un juglar de la cotidianeidad urbana latinoamericana. Un poeta de la juventud que le compone y canta al amor, a las injusticias sociales y a los conflictos humanos partiendo, muchas veces de sus propias experiencias y manejando la ironía, el erotismo, el sarcasmo, el humor negro y la ternura con una inspiración sutil e incomparable.
Escuchar a Ricardo Arjona es como pararse frente a un espejo, donde cada cual descubre su realidad. Su música es visual. En sus canciones palpitan los dramas de la vida. Son comparables con una película de la que todos somos protagonistas, extras y cómplices. ¿Quién no ha apretado el botón del pánico al presentir que Se nos muere el amor? ¿Cuántas parejas perseveran, a pesar de sus incompatibilidades, como Ella y él? ¿Quién no ha sentido, al menos por un segundo, que vive en una Casa de locos? ¿Qué adolescente no ha encontrado cómo darle las Buenas noches a Don David o qué jovencita, angustiada por la noticia de un embarazo no deseado, ha decidido iluminar al mundo Con una estrella en su vientre?
Historias, como la farsa de la Señora de las cuatro décadas, que interpretó sin la intención de hacerle daños a terceros. Dramas llevados al pentagrama que el miércoles le merecieron el aplauso unánime de una concurrencia que hizo suya cada interpretación, cantando, palabra por palabra y frase por frase, con admirable sentimiento.
El miércoles, pues, Ricardo Arjona fue amo y señor de Bellas Artes, recinto donde el cantautor y guitarrista guatemalteco presentó un espectáculo diferente al que en agosto del año pasado escenificó en el Coliseo Roberto Clemente. Una producción extraordinaria -coordinada por la promotora puertorriqueña Maritza Casiano- que en diciembre debe encabezar la lista de los mejores espectáculos del año. Un show de una logística y un montaje ingenioso al cual el propio Arjona aportó el libreto.
La puesta en escena es digna de un gran aplauso. Como un tablero de ajedrez, cada pieza o elemento, como el fonógrafo y la aspiradora, ejerció una función específica en la producción. La escenografía (confeccionada por Félix Vega) simuló el interior de una residencia común y corriente, con su ama de casa, interpretada por la corista Elizabeth Meza. La sala, cocina, alcoba, el baño y la terraza fueron los espacios desde los cuales tocaron los músicos. La enorme pantalla colocada al centro del escenario simuló la tele que acompañó la soledad de la mujer. Recurso idóneo para recrear mediante un montaje de fotos la vida de Ricardo Arjona y muy útil para complementar con vídeos las historias del cantautor.
Ambientando a la perfección la escenografía de Félix Vega, Jorge Garrido fue artífice de un diseño de luces estupendo. El sonido, dolor de cabeza de muchos productores, fue agradable. En la dirección musical Víctor Patrón aportó acompañamientos exquisitos, aunque pudo ensayar un cuarteto de cuerdas local para recrear en el concierto la indumentaria acústica de los nuevos temas de Arjona, quien se acompañó a la guitarra en piezas como la hermosa balada romántica Olvidarte.
Fue un espectáculo inolvidable. Los conciertos de Arjona continúan hoy a las 8 p.m. y mañana, con dos funciones a las 7:30 p.m. y 10:30 p.m. El domingo se presentará en el Coliseo Roberto Clemente a precios populares.
Por: Jaime Torres Torres
Fuente: PUERTO RICO, El Nuevo Día
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