martes, 10 de noviembre de 1998

EL OTRO ARJONA

Cada vez que pisa el aeropuerto de Ezeiza, las imágenes de él mismo con la guitarra que le regalaran sus padres, cantando en la calle Florida, comienzan a pasar por su cabeza como si fuera una película, su favorita, la preferida. A la que recurre cada vez que siente que el glamour que le proponen los que pretenden convertirlo en tan solo un producto puede marearlo. Su nombre es Ricardo Arjona, un guatemalteco que tiene mucho de argentino. "Los primeros recuerdos que conservo de mi padre son aquellos en los que estaba en el living de mi casa cantando las canciones de Leonardo Favio", dice, sin olvidar el fanatismo de su madre por Sandro y su debut en público cantando "Porque yo te amo".

Amante de Gabriel García Márquez, preocupado por el sufrimiento del prójimo y gran observador de las historias de la calle, Arjona se encuentra en Buenos Aires dando una serie de recitales en el teatro Gran Rex. "No puedo creer compartir el mismo escenario con Sandro. Cuando se entere mi madre no lo va a poder creer. Vi todas sus películas, porque como mi padre era celoso, yo debía acompañar a mamá", dice con fascinación.

Un cambio de actividad

¿Por qué este cambio de look tan grande?

Ya llevaba 15 años con el pelo largo, un día, por un capricho me levanté y me corté el pelo. Después me agarró una depresión como de cinco días. Perp la verdad es que es muy cómodo.

Pero no se trata solamente del pelo, tenés todo un look mucho más fashion, bronceado permanente, cabellos con gel, músculos... ¿Dónde quedó el rebelde que odiaba seguir los pasos de la moda?

Pues sigue estando. Elegí la comodidad y descubrí que este tipo de ropa me gusta y me sienta bien. No creo que tenga que ver con un cambio interior. De hecho uno va modificando ciertas cosas, pero el rebelde sigue estando. Juro que no me compré un cerebro de plástico.

A lo largo de tu carrera musical, las letras de tus canciones han ido variando. De una persona que solo pensaba en no dejarse atrapar por el mercado, pasaste a cantarle casi puramente al amor...

Uno se convierte un poco en víctima del entorno y de repente pasa por alguna época en que los asuntos sociales intervienen mucho a la hora de escribir. A veces llega una mujer que te cambia un poco la vida, y te conviertes en víctima de tus propias canciones. Es difícil ser consecuente con una canción que escribiste hace ocho años, después de vivir ocho años. Y de repente hay canciones que tienen años y con las cuales ya no estoy tan de acuerdo.

¿Por qué tu vida privada es tan misteriosa?

No lo hago por esconder, sino por proteger. Me gustaría que si yo me llevo los aplausos, si hay alguna crítica, llevármela yo toda completa, porque estoy bastante preparado para asimilarla y sé que de eso se trata esta historia, pero no aceptaría tanto que viniera un asunto de la gente que está alrededor mío. La idea es mantenerlos un poquito apartados, porque son lo más importante en mi vida. Si esto no sucediera, yo no aterrizaría nunca. Madonna llama a la gente que trabaja alrededor suyo "Yes's", porque todo es sí, todo está bien. Uno tiene que tener un lugar donde aterrizar, alguien que te diga que pares un minuto, o "dejá de pegar gritos en ese cuarto y vení que se enfría la comida"... Es una especie de aterrizaje que te indique que uno es humano.

Fuente: ARGENTINA, Revista Flash
Por: María Andrea Fridmann

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